sábado, 3 de octubre de 2015

"Canal de los presos"



















DEL ESCLAVISMO FRANQUISTA AL PARQUET:

Todos tenemos claro que tras un conflicto bélico todo un país es un paraje de desolación necesitado de ser reconstruido. España no fue menos y tras la Guerra Civil, el país casi entero necesitó de mucho esfuerzo para volver a levantarlo.

Lo que mucha gente desconoce es que, incluso desde el mismo momento del Golpe de Estado, los franquistas idearon un plan para que los prisioneros republicanos les sirvieran desde un primer momento como mano de obra gratis y por así decirlo, esclava. Así, el 1 de junio de 1937, el propio "Boletín Oficial del Estado Fascista" publicó el decreto número 281 firmado por el mismísimo Francisco Franco, por el cual se decidió la necesidad de convertir a los prisioneros republicanos en mano laboral muy asequible. El decreto establecía la creación de los denominados Batallones de Trabajadores en los que todos estaban forzados a trabajar en lo que se les conminase. El derecho al trabajo se convirtió pronto en lo que era una obligación a trabajar en lo que ellos quisieran y considerándolos como personal militarizado a los que se les podía aplicar el Código de Justicia Militar con toda su rigurosidad. Para empezar se le asignaba un jornal de 1,50 pesetas de aquella, de las cuales 1 peseta era para pagar la "manutención" y el resto para el reo. Lo que se quedaba el prisionero debía gastárselo en artículos de segunda mano siempre y cuando no estuvieran deteriorados. Si algo sobraba siempre podrían enviárselo a la familia, la cual ya había sido desposeída de todo ingreso posible por la impuesta Ley de Responsabilidades Políticas.

Luego, finalizada la contienda y ya con Franco en el poder, la necesaria restauración del país abrió las puertas a lo que ya se venía haciendo en los territorios en manos de los nacionales. La Iglesia, el propio ejército vencedor o las propias instituciones públicas recién creadas hicieron acopio de personal prisionero como "botín de guerra" para continuar la política ya impuesta en tiempos de guerra. No es que el esclavismo acabara, si no que se multiplicó. Algunos prisioneros con el fin de evitar en la medida de lo posible el hambre y las enfermedades de los centros penitenciarios, pedían su traslado a los Batallones de Trabajo.

Aparte de las mencionadas anteriormente, muchas empresas privadas se apuntaron a la "moda" de tener a sus órdenes prisioneros de guerra o incluso antifranquistas, que también los hubo. Algunas de aquellas empresas comparten hoy mismo parquet en el Ibex35 por mucho que os sorprenda. Nombres tan conocidos como Iberdrola, OHL, Dragados y Construcciones, Huarte, Agroman, todas ellas de sobra conocidas por muchos de nuestros lectores. Se piensa que hubo unos 400.000 prisioneros susceptibles de ser utilizados en estas condiciones de esclavismo.

La propia querella argentina instruida por la jueza María Servini de Cubría instruye desde el Federal 1 de Buenos Aires, contra los crímenes del régimen franquista plantea hacer a todas esas empresas cómplices de aquel y por ende obligarles a reparar a sus víctimas o a sus familiares directos. Es evidente que dichas compañías no se dan por aludidas a sabiendas que parte de su riqueza actual tiene su base en aquellos tiempos. Según lo que nos cuentan algunos cronistas, no hubo sector industrial, comercial, agrario o de servicios que no tuviera a sus órdenes, en mayor o menor número, operarios en total régimen de esclavitud.

Evidentemente estas empresas, preguntadas sobre el particular se atienen a la cobarde declaración de "No haremos ningún comentario sobre ese tema". Lo que está claro es que no van a reconocerlo por lo que ello supondría.

Muchos habrán oído hablar de las famosas inauguraciones de los pantanos y centrales hidroeléctricas por parte de Franco. Pues en casi su totalidad fueron construidas por mano de obra esclava en la que participaban grandes empresas que a día de hoy son punteras en el negocio de la construcción civil. Por no hablar del bochornoso tema del mausoleo del Valle de los Caídos, algo impensable en el resto de la Europa democrática y occidental como la denomina cierta líder del Partido Popular. Recordar que algunas de esas empresas como Dragados eran de las habituales en estas cimentaciones o Banús cuya actividad duró hasta el año 1969.

Así pues, toda o parte de esa ristra de "nobleza industrial" pululan por nuestra geografía hispana, y que tan buena imagen tiene hoy aquí y fuera de nuestras fronteras, tuvo la gran suerte que el régimen al cual le hacían la pelota, tuvo a bien concederle el beneplácito de cederle los servicios de sus prisioneros de guerra. Aunque hoy en día, de una manera u otra, se siguen aprovechando de "Papá Estado", cuando no de sus confiados ciudadanos a los que tienen atados de pies y manos por las necesidades propias de la vida moderna.

En contraposición a todo esto, recordemos que muchos nazis fueron juzgados en Nüremberg por haber utilizado mano de obra esclava durante su campaña militar y las propias empresas que colaboraron con el régimen hittleriano también pidieron perdón a sus víctimas amén de aportar una indemnización millonaria por este mismo concepto.

Vamos, que al régimen franquista así como a la Iglesia le salió casi gratis la reconstrucción del país al igual que sus construcciones, mientras enriquecían a las empresas de sus más fieles amigos, que a día de hoy se hacen pasar por las más democráticas jamás vistas. No es extraño que luego sus máximos responsables alaben la labor y las ideas sibilinas de este desgobierno de derechas con ciertos tintes a tiempos pasados.

JJAM
                                                            Angel Varela Garcia.




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