Carta a Esperanza Aguirre escrita por un parado de larga duración y sin ningún tipo de prestación
Doña Esperanza Aguirre:
Perdone usted que no la llame señora, considerarla como tal sería un insulto para aquellas mujeres que son y se comportan como señoras.
No me voy a meter con usted en que se diese a la fuga y no esté imputada, ni en la cárcel como me hubiese ocurrido a mí o a cualquier españolito de a pie, ni siquiera que su partido le permita presentase a las elecciones a pesar de haber colocado a muchos corruptos y sinvergüenzas en puestos claves —claro que tiendo la cantera que tiene un partido como el PP, que más que un partido político parece una organización mafiosa —tenía difícil como cazadora de talentos conseguir que estos fuesen honrados, aunque supongo que también los habrá. Son tantos los imputados, y tantos miles los presuntos, que si bien la presunción de inocencia debe respetarse, también es preciso no tener ni pizca de inteligencia para creer la tesis oficial de que nadie se enteraba de nada, de que se trata de unos cuantos garbanzos negros que se encargan de pagar mítines, campañas electorales, viajes de placer y lujosos regalos y eso así durante décadas.
Creer que solo los tesoreros eran unos ladrones que desinteresadamente pagaban todo, hasta la reformas de la mayoría de las sedes del PP, en negro, ¿nadie les controlaba? ¡Vamos por Dios! ¿Nos están llamando imbéciles? Bueno sí, imbéciles o miserables aquellos que les creen o que sabiendo lo que hacen y han hecho se convierten en cómplices necesarios de sus fechorías.
No quiero que sea usted alcaldesa considero que usted es una prepotente, una déspota, una persona que ensucia con su presencia cualquier institución, que que llego al poder a base de corromper a dos impresentables corruptos, no digo nada nuevo que no pensemos mucha gente.
Pero ahora ha rizado el rizo me ha insultado a mi directamente y a todos aquellos que por culpa de ladrones y sinvergüenzas estamos parados, repito por culpa de ladrones y sinvergüenzas. Si que me pica que personas dejen la vida pública y automáticamente por no trabajar les paguen casi 400.000 euros. ¿Por cazar talentos? ¡Vamos ya!
Es mierda pura lo que sale de su boca cuando dice:
“La prestación de desempleo incentiva el paro e incluso permite a los desempleados disfrutar de años sabáticos. Gente perfectamente formada, perfectamente capaz, con treinta y tantos años dice: Ahora me voy a París a ver si hago un curso de no sé qué. La prestación es una beca, lo consideran una beca”.
Del mismo modo que decir que en España no hay familia en situación dramática, para negar el hambre de más del 24% de los niños españoles, según Caritas, hay que ser muy miserable, cuando por culpa de la crisis se producen al año más de tres mil ¿suicidios? o ¿asesinatos?
Tengo 55 años, fui despedido por culpa de una criminal reforma laboral, posiblemente por participar en una huelga para protestar, he llegado hasta llorar de rabia, por saber que estoy desempleado y no me avergüenzo de ello, porque no es porque sea vago o un incompetente, sino porque estamos gobernados en España por una panda de vagos, incompetentes, ladrones y sinvergüenzas que confunden la patria con un trapo y una cuenta en Suiza.
Por ello estoy desempleado, sin cobrar un euro de prestación porque nos lo han robado, pero no estoy parado, solo desempleado, dedicando cada gota de mi sangre a poder pronunciar la palabra España con orgullo, pero para eso es necesario primero que se barra todas las instituciones de personas como usted.
Paco Arenas
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