Pintadas fascistas en el monolito de Larraga.

domingo, 3 de mayo de 2015

Pintadas fascistas en el monolito de Larraga.

Pintadas fascistas en el monolito de Larraga

Martxelo DÍAZ | LARRAGA | GARA Familiares de fusilados de Larraga comparecieron ayer (sábado 6 abril) ante el monolito erigido en la entrada de esta localidad de Tafallaldea para denunciar el ataque que sufrió el monumento, donde pintaron el nombre del Chato de Berbinzana, uno de los criminales de guerra más sanguinarios de la Nafarroa de 1936. La teniente alcalde de Larraga, Garazi García (Bildu), mostró el apoyo del Ayuntamiento a su denuncia. El monumento a los fusilados de Larraga fue inaugurado hace poco menos de un año con el objetivo de formar un nuevo parque de la memoria. En el mismo, se pueden ver 47 orificios que representan a otros tantos fusilados y los nombres de las localidades en los que les quitaron la vida. Los familiares subrayaron que el objetivo del monolito era recordar a los fusilados y reivindicar sus ideales. Por ello, lamentaron que quienes les quitaron la vida en 1936 intenten ahora borrar su memoria. En este sentido, criticaron que «tras años de democracia, no se haya impuesto el respeto a las ideas de los demás». El Ayuntamiento de Larraga aprobará próximamente una moción en la que denunciará el ataque al monolito y mostrará su apoyo a los familiares. Asimismo, el día 27 tendrá lugar una conmemoración del aniversario del monolito. Entre quienes acudieron ayer al monolito de Larraga se encontraba Vicente El Río, de 89 años. Su hermano Victoriano, que entonces tenía 18 años, fue uno de los fusilados en 1936. Bajo la lluvia, recordó que el lugar en el que ahora se encuentra el monolito fue el último en el que vio vivo a su hermano antes de que se lo llevaran los fascistas. Un día antes, los franquistas ya les habían disparado cuando volvían del campo con una yegua cargada de sarmientos. Al día siguiente, fueron a buscar a su hermano a casa. El Río recordó también cómo el recuerdo a los fusilados estuvo prohibido durante el franquismo. Su madre, en 1950, mencionó que a su hijo lo habían matado. La Guardia Civil se personó en su casa y le amenazó para que no hablase más. Catorce años después. Asimismo, relató cómo los restos de los fusilados de Larraga, que fueron llevados al Valle de los Caídos, fueron rescatados en la década de 1980. Eso sí, les hicieron pagar los gastos y les entregaron un montón de cuerpos sin identificar. «No sabemos si los que están aquí son los nuestros o gente de Pamplona u otro lugar», subrayó.

La noche del día 30, "incontrolados" realizaron dos pintadas en el monolito que en memoria de los asesinados del 36 se erigió en Larraga hace un año. La noche del día 31 quitaron las banderas (republicana e ikurriña) que estaban colocadas en un cable de dicho monolito. Las pintadas hacen referencia al Chato el de Berbinzana . El Chato de Berbinzana fue uno de los mas temidos criminales del 36. Capitán de la Falange Española, su nombre hacía temer lo peor si se nombraba en cualquier lugar de Navarra y La Rioja. Su presencia junto a sus secuaces era presagio de que la muerte acechaba. Tristemente famoso porque se complacía con ridiculizar a los muertos después de fusilarlos. “El Chato de  Berbinzana”, Pedro Díaz Terrés, desencadenaba verdaderas “razzias” por lo pueblos de Navarra, llenando los camiones de republicanos. Hoy sábado día 6 a las 11 de la mañana habrá una rueda de prensa en el mismo monolito para denunciar este acto fascista. Comunicar que independientemente de todo lo sucedido en torno al monolito el día 27 de Abril hay un acto en Larraga, donde se celebrará el aniversario de su inauguración, posteriormente habrá una comida popular. ¿Quien era el Chato de Berbinzana? Pedro Díaz Terrés, de nombre y apellidos, era un capitán falangista que no necesitaba que nadie le animase, haciéndose sus fechorías, tropelías y asesinatos tristemente célebres en muchos puntos de Nafarroa, como por ejemplo en Zirauki, donde tuvo atemorizadas a todas las mujeres, mientras los hombres estaban trabajando en las faenas del campo. Con su Escuadra del Águila recorrió la geografía navarra. Solamente ente los fusilados de su pueblo, se responsabilizó hasta de 23 asesinatos. Su imagen Era hijo de una acomodada familia y su imagen entre chulesca y cómica (con ajustado uniforme falangista de pistola en cinto, sus afectados ademanes militares y contenido en una figura achaparrada, oronda y poco agraciada), estuvo presente también en muchos actos de pillaje. Premio Terminada la guerra, el franquismo le premió con un alta cargo en el Servicio Nacional del Trigo, -después SENPA- en el que no pudo mantenerse debido a su irregular conducta. Agonía Su muerte por enfemedad, tras una dolorosa agonía, fue celebrada en silencio e interpretada por otros como una providencia del destino.