miércoles, 12 de agosto de 2015

La sangre que derramó la tierra en 1936.

NUEVO LIBRO PUBLICADO POR JOSÉ MIGUEL GASTÓN

La sangre que derramó la tierra en 1936

JOSÉ MIGUEL GASTÓN ABORDA EN 'RAÍCES DE LA MASACRE' LA REALIDAD Y EVOLUCIÓN DE LOS COMUNEROS ANTES DE LA GUERRA CIVIL
UN REPORTAJE DE NICOLÁS PÉREZ | FOTOGRAFÍA OSKAR MONTERO - Domingo, 25 de Mayo de 2014 - Actualizado a las 06:06h

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José Miguel Gastón, durante el acto de presentación de su libro.
José Miguel Gastón, durante el acto de presentación de su libro. (OSKAR MONTERO)
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  • José Miguel Gastón, durante el acto de presentación de su libro.
"No pedían, entonces, más que pan, trabajo y libertad; también, un reparto equitativo y lucido de tierra". Así reza la contraportada del nuevo libro de José Miguel Gastón, historiador y profesor del Instituto de Enseñanza Secundaria de Tafalla, titulado Raíces de la masacre. En él, aborda la evolución histórica del movimiento comunero que terminó con el estallido de la Guerra Civil. En concreto, Gastón fija su mirada en la relación entre el conflicto comunero, el aprendizaje político y la represión de Cárcar. En las casi 100 páginas de esta obra, el autor sostiene que los motivos que originaron gran parte de los fusilamientos en el verano de 1936 se debieron a razones económicas más que a disputas o conflictos ideológicos, políticos o religiosos.
Gastón relata que el despojo del comunal se produjo hacia comienzos del siglo XIX con motivo de los sucesivos conflictos militares y, en el caso de Navarra, coincidió con la puesta en marcha de la reforma agraria liberal que acentuó, tanto en la Comunidad Foral como en el resto del Estado Español, las desigualdades en el disfrute del principal factor de producción, que en esos años era la tierra. En el caso de Cárcar, se produjo un despojo de cuatro corralizas que se vendieron, así como numerosas parcelas que se pusieron en venta primero, se roturaron arbitrariamente y, después, se vendieron y se legalizaron como consecuencia de la presión vecinal. Este fue el modelo que imperó en la mitad sur y la zona media de Navarra, donde afloraron formas de protesta organizadas entorno a los comuneros, muy conscientes de la función comunal y que fueron tejiendo una red asociativa. En ella primaba la idea de que el interés individual no tiene que estar reñido con el interés del colectivo.

De este movimiento asociativo surgió un proceso de aprendizaje político, otra de las claves que analiza Gastón. En Cárcar aparecieron asociaciones con unas 200 personas que revisaron el concepto de democracia a nivel formal (creación de partidos, convocatoria de elecciones) e informal (nuevas prácticas de política activa y reivindicativa). En la localidad Navarra surge en 1910 la asociación jornalera de la Unión Democrática "donde se funden los conceptos de jornalero sin tierra y el impulso de qué es la democracia en un mundo en el que está sofocada por el yugo del caciquismo local y comarcal", explica Gastón. Así se suceden distintas congregaciones hasta que en la década de 1930 aparece UGT, CNT, PCE y PNV, entre otros; "todo un abanico de partidos y asociaciones que van enriqueciendo la política de aquellos años", dice el autor, quien constata que los movimientos comuneros eran pacíficos, no violentos, y que no existía motivo para los fusilamientos.
LA MASACRE "Murieron 61 personas fusiladas, de ellos siete eran concejales, de lo diez que componían el ayuntamiento de Cárcar; hubo vejaciones, cortes de pelo, aceite de ricino y represión económica". Así describe Gastón el verano de 193l, quien considera, "una masacre cuya raíz más fecunda se nutre de la tierra". Asegura que la Guerra Civil tuvo una raíz económica ya que en la primavera de 1936 el tema recurrente en el ayuntamiento de esta localidad navarra, y en otros pueblos de la zona media y ribera, fue el de la tierra, las usurpaciones del comunal y lo que fue su recuperación y reparto equitativo de los terrenos.
La tesis de las líneas de Gastón pone los factores económicos como la causa principal de estos fusilamientos, con la tierra como hilo conductor. Al contrario de lo que muchas veces se sostiene: factores políticos, ideológicos o religiosos.
Este es el cuarto libro que escribe Gastón. Los tres anteriores también tuvieron como eje central la tierra, los jornaleros y los comuneros. ConRaíces de la masacre el autor quiere aportar "conocimiento de lo que sucedió en el 36 y, sobre todo, datos para entender lo que no debería haber ocurrido nunca. Hemos dicho en todo momento que el golpe de estado de 1936 no tenía ningún tipo de justificación", dice Gastón; y añade que con él se puede "entender cómo evolucionó la cuestión de la tierra del comunal durante el siglo XIX y durante principios del XX". 
               Angel Varela Garcia.

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