sábado, 8 de noviembre de 2014
HISTORIA DEL PAIS VSCO Y DEL EUSKERA
El pasado vasco de La Rioja.
Una ciudad de La Rioja será llamada a ostentar la capitalidad de los vascos a partir del siglo X, su nombre Naiara (nay-ára) o en español Nájera.
Las tierras de La Rioja, ya desde épocas prerromanas, estuvieron habitadas por las tribus vascas de autrigones y vascones, así como por berones, tribu celta que fue cuasi-exterminada por los romanos cuando la zona fue conquistada por su ejército. Un exterminio en el que también colaboraron los antiguos vascos, enemigos seculares de los celtas, a los que siempre consideraron como invasores.
Sobre el origen étnico de los berones hay mucha controversia entre los historiadores. Algunos creen que era una tribu celta, otros que era una tribu vasca muy celtizada culturalmente. Algunos partidarios de esta última teoría se basan en el hecho de la etimología de su nombre, berones, que procedería, según algunos, del hidrónimo vasco Bero ("cálido"), que era uno de los antiguos nombres del río Iregua de La Rioja. Este hidrónimo es transcrito también como Ibero, manifestándose en el anterior hidrónimo, posiblemente, la caída de la "i" inicial (Ibero > Bero), algo común en la adaptación fonética latina de topónimos y etnónimos vascos (Ibaigorri [río rojo] > bigerrii [etnia aquitana que habitaba Bigorra] ). El río Iregua es afluente del Ebro, con lo que Ibero, o Bero, podría ser una variante del nombre del río que los geógrafos greco-latinos llamaron Iber (a su vez emparentado con la palabra vasca ibar [vega] ) o Hiberus, es decir, el río Ebro. Como los berones se extendían a ambos lados del río Ebro en La Rioja, quizá la etimología de su etnónimo esté relacionada con el río Ebro o simplemente con la palabra vasca ibar.
Tras la derrota de los berones por parte de Roma, la población de La Rioja fue reforzada con vascones y sus territorios estuvieron bajo jurisdicción vascona. A partir de esta época los riojanos formarán parte de la cultura vasca, del pueblo vasco, siendo uno de sus territorios más importantes.
Uno de los investigadores que más aportó para el conocimiento del pasado cultural vasco de La Rioja fue un riojano llamado Merino Urrutia, alcalde del municipio de Ojacastro (La Rioja), cuyos estudios son de valor incalculable para todo aquel que estudia la historia de la lengua vasca. Gracias a sus estudios conocemos que la lengua vasca no llegó a La Rioja por repoblación en la Edad Media sino que ya se hablaba allí desde épocas prerromanas con continuidad hasta el siglo XVI. Es decir, que los repobladores que llegaron desde las actuales Euskadi y Navarra lo único que hicieron fue reforzar la población de habla vasca de la zona. Las investigaciones de Merino Urrutia le dieron un merecido puesto como miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca en 1964.
Por la toponimia existente en documentación medieval sabemos que tanto en La Rioja, el noreste de Burgos, Soria, Álava y Vizcaya, se hablaba un mismo dialecto, el dialecto occidental del euskara, conocido popularmente con el nombre de vizcaíno. En estos documentos aparecen muchos topónimos vascos de La Rioja, de la provincia de Burgos y de Soria, tal y como los pronunciaban los riojanos, burgaleses y sorianos de aquellas épocas, que hoy en día no sabemos muchos de ellos a qué municipios corresponden, al haber sido sustituidos en su gran mayoría, con el transcurso del tiempo, por topónimos castellanos.
La anexión de los territorios de La Rioja por parte de Castilla en el siglo XII acarreará la pérdida paulatina de la lengua autóctona, la vasca, así como del romance aragonés extendido en todos los territorios que pertenecieron a la marca superior andalusí gobernada desde Zaragoza, hasta que en el siglo XVI pierda definitivamente sus raíces vascas. A medida que el castellano se iba extendiendo, los topónimos de La Rioja, Burgos y Soria de origen vasco se iban sustituyendo por topónimos castellanos.
Solamente se conserva actualmente la toponimia vasca más vivamente en zonas del noreste de Burgos o de La Rioja alta que hasta el siglo XVI fueron hablantes de vasco. Aunque, contra viento y marea, todavía se conservan topónimos vascos en el este de La Rioja como el del municipio de Igea, que viene del vasco Etxea (la casa) o, por ejemplo, el topónimo Leza, que significa en dialecto occidental sima, cueva.
Si bien actualmente a La Rioja en vasco se la denomina Errioxa, que no es más que una adaptación fonética vasca de la forma castellana, en una cita del libro becerro de Santo Domingo se registra la existencia de un rincón de Villalobar conocido como Val de Oiaco Harana en 1380. Significando harana en castellano "valle", la traducción de Oiaco Harana al castellano sería Valle del Oja. Oiaco Harana posiblemente sería la forma con la que denominaban los antiguos riojanos a La Rioja, dado que este último topónimo romance fue utilizado inicialmente para hacer referencia a los pueblos bañados por el río Oja (procedente muy posiblemente del término vasco Oiha con el significado de "lecho, cauce del río", escrito de esta forma es documentado en un texto medieval), una comarca que recibió también la denominación de Valle del Oja.
Aunque a partir del siglo XVI se dejó de hablar vasco en La Rioja, no por ello los riojanos dejaron de ser considerados como vascos. En mapas de España de los siglos XVII y XVIII se muestra a La Rioja integrada dentro de lo que se conocía como Vizcaya [www.kondaira.net/irudiak/ regnorum_hispaniae_et_portu galliae.jpg ], que aglutinaba, en aquella época, los territorios de Euskadi, mitad este de Cantabria y La Rioja, siendo los riojanos considerados, por tanto, como vizcaínos, un gentilicio utilizado en la época moderna para hacer referencia a los vascos.
Cuando se desarrolló el anteproyecto de Estatuto de Estella de 1931 para establecer un Estado Vasco dentro de la República Española integrado por Álava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya; las autoridades, empresarios, iglesia y ciudadanía de La Rioja, en general, mostraron mayoritariamente su apoyo a la adhesión de La Rioja al Estado Vasco. Sin embargo, el que ya no se hablara euskera desde hacía siglos, y el desconocimiento, por parte de los políticos y autoridades vascas de la época, de la trascendencia histórica de La Rioja en la historia de los vascos, acarrearon el que fuera considerada como una provincia no vasca. Al establecerse condiciones insalvables para la adhesión a todo territorio no considerado como vasco, las autoridades riojanas, finalmente, desistieron en su intento de formar parte del Estado Vasco. Después del régimen franquista, en los comienzos de la transición hacia la democracia en España, desde diversos sectores no nacionalistas, se intentó impulsar la unión de las actuales Euskadi, Navarra y La Rioja en una única entidad autónoma, una iniciativa que tampoco prosperó.
Volviendo a la época medieval riojana, en el año 923, el rey pamplonés Sancho Garcés I, en colaboración con Ordoño II de León, recupera los territorios bajo gobierno musulmán de Nájera y La Rioja Media y Alta, que deja bajo dominio de su hijo García Sánchez. Tras la destrucción de Pamplona por Abd al Rahman en el 924 y la muerte de su padre al año siguiente, García Sánchez traslada su residencia a Nájera, en detrimento de Pamplona. Se denomina desde entonces "Iruñea-Naiarako Erregea" (irúñe-á étá nay-árakó errégueá) o Rey de Pamplona-Nájera.
García Sánchez desarrolló una activa política de repoblación de los nuevos territorios y favoreció con cuantiosas donaciones a los monasterios riojanos, especialmente a Donemiliaga Kukula (San Millán de la Cogolla). La misma política mantendrá durante los primeros años Sancho Garcés II; pero las campañas de Almanzor le obligarán, al igual que a su hijo García Sánchez II el Temblón, a firmar capitulaciones y pagar tributos a Córdoba.
Con Sancho III el Mayor (1004-1035) el Reino de Pamplona-Nájera, aprovechando la desmembración del Califato de Córdoba, alcanza su mayor extensión, abarcando todo el tercio norte peninsular, desde Cataluña a Galicia, desde el Mediterráneo al Atlántico.
Mapa anexo al artículo: “El occidente europeo en 1034, en el apogeo del reinado de Sancho el Mayor de Pamplona-Nájera”
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Errioxaren euskal iragana.
X. mendetik aurrera Errioxako hiri bat euskaldunen hiriburu bihurtuko zen, bere izena Naiara.
Errioxako lurraldeetan, zegoeneko erromatarrak etorri aurreko garaietatik, euskal tribuak ziren autrigoiak eta baskoiak, halaber beroiak bizi ziren. Eremuaren konkistan erromatar gudarosteek beroien tribu zelta ia guztiz sarraskitu zuten. Sarraski honetan antzinako euskaldunak parte hartu zuten, zelten betiko etsaiak, hauek betidanik inbaditzailetzat hartu baitzituzten.
Beroien jatorri etnikoari buruz eztabaida haundia dago historialarien artean. Batzuek tribu zelta zela uste dute, beste batzuek, berriz, kulturalki asko zeltizaturiko euskal tribua zela. Azken teoria honen aldeko batzuek beroien izenaren etimologian oinarritzen dira, hauen arabera, beroien izena Bero euskal hidronimotik etorriko zen, Errioxako Iregua ibaiaren antzinako izenetariko bat zena. Hidronimo hau Ibero bezala ere idatzita agertzen denez, aurreko hidronimoan, beharbada, hasierako "i"-aren erorketa ematen da (Ibero>Bero), euskal toponimo eta etnonimoen egokitzapenetan ohikoa dena (Ibaigorri > bigerrii [Bigorran finkatutako akitaniar etnia] ). Iregua ibaiak Ebro ibaian isurtzen duenez, Ibero, edo Bero, agian, geografo grekoerromatarrek Iber edo Hiberus bezala (Ebro ibaia) deitu zuten ibaiaren izenaren aldaera bat izan litzateke. Beroiak Ebroko alde bietan finkaturik zeudenez, beharbada, beren etnonimoaren etimologia Ebro ibaiarekin erlazionatua egon litzateke, edo baita ibar euskal hitzarekin ere, Iber hidronimo aurrerromatarraren etimologia euskal berba honekin erlazionatzen baita.
Beroiak garaitu eta gero, Errioxako populazioa baskoiez sendotu zen eta beren lurraldeak baskoi eskumenaren barnean egon ziren. Garai honetatik aurrera, errioxarrak euskal kulturaren barne egongo ziren, euskal populuaren barne, bere lurraldeetatik garrantzitsuenetarikoa izanez.
Errioxako iragan kultural euskalduna ezagutzeko gehien egin zuena Merino Urrutia errioxarra izan zen, Oiakastroko (Errioxa) alkatea, zeinaren ikerketak balio haundikoak diren euskal hizkuntzaren historia ikasten dutenentzat. Bere ikerketei esker euskara Errioxara ez zela heldu Erdi Aroko birpopulatzearen bitartez dakigu, baizik eta bertan, zegoeneko, garai aurrerromatarretatik, eta jarraitasunez, XVI. mendera arte hitz egin zela. Hau da, egungo Euskadi eta Nafarroako birpopulatzaileek bakarrik bertan zegoen euskal populazioa sendotu zutela. Merino Urrutiaren ikerketek Euskaltzaindian merezitako postu bat eman zion 1964.ean.
Erdi Aroko dokumentuetan aurkitu den toponimiaren bitartez Errioxa, Burgosko ipar-ekialdea, Soria, Araba eta Bizkaian dialekto bera hitz egiten zela dakigu, mendebaldeko euskara, hain zuzen, bizkaiera izenarekin gehiago ezagutzen dena. Dokumentu hauetan euskal jatorriko Errioxako, Burgosko probintziako eta Soriako toponimo asko agertzen dira, garai haietako errioxar, burgostar eta soriarrek ahoskatzen zituzten bezala. Gaur egun haietariko asko ez dakigu zein udalerri deitzeko erabiltzen ziren, toponimo gehienak, denbora aurrera joan ahala, gaztelar toponimoekin ordezkatuak izan baitziren.
Gaztelak, XII. mendean Errioxa anexionatzean, apurka-apurka, bertako hizkuntza zen euskararen galera ekarriko du, eta baita Zaragozatik gobernaturiko andalustar goiko markaren barnean zeuden lurralde guztietan hitz egindako aragoiar erromantzearena ere, XVI. mendean Errioxak bere euskal sustraiak galdu zituenera arte. Gaztelania zabaltzen zihoan heinean, Errioxa, Burgos eta Soriako euskal jatorriko toponimoak gaztelar toponimoekin ordezkatzen ziren. Euskal toponimia indar gehiagoz bakarrik Burgosko ipar-ekialdean eta Errioxa garaian kontserbatzen dira, XVI. mendera arte euskeraz hitz egin zelako. Hala ere, oztopoak oztopo, euskal toponimoak Errioxako ekialdean kontserbatzen dira Igea bezala, euskal Etxea toponimotik datorrena edo, adibidez, Leza toponimoa, batueraz leize esaten dena.
Errioxa toponimoa ez da euskal jatorrikoa, Rioja ("Oja ibaia"-ren esanahiduna) hitz gaztelarraren egokitzapen fonetiko bat baizik. "Becerro de Santo Domingo" liburuan Val de Oiaco Harana izeneko Villalobar-eko txoko baten existentzia erregistratzen da 1380.ean. Oiako Harana izanik, beharbada, Errioxa deitzeko antzinako errioxarrek erabiltzen zuten forma, hasieran, Rioja termino erromantzea Oja (litekeena oiha euskal hitzetik etortzea da, ohe edo ibaiaren ibilguaren esanahiarekin, oiha idatzirik Erdi Aroko testu batean agertzen baita) ibaiaren ondoan eraikiak zeuden herrien multzoa izendatzeko erabili baitzen, eskualde honek Valle del Oja (Ojako Harana) izena ere hartu zuelarik.
Nahiz eta XVI. mendean Errioxan euskaraz hitz egiteari utzi, errioxarrak euskaldunak bezala kontsideratuak izaten jarraitu zuten. XVII eta XVIII. mendeko Espainiako mapetan Errioxa Bizkaia bezala ezagutzen zenaren barnean agertzen da [www.kondaira.net/irudiak/ regnorum_hispaniae_et_portu galliae.jpg ], zeinak, garai haietan, Euskadi, Kantabriako erdi-ekialdea eta Errioxako lurraldeak elkartzen zituen, errioxarrak, hortaz, bizkaitarrak bezala kontsideratuz. Garai haietan, bizkaitar jentilizioa euskaldunei deitzeko erabiltzen zen.
Espainiar Errepublika barnean, Araba, Bizkaia, Gipuzkoa eta Nafarroaz osaturiko Euskal Estatu bat ezartzeko, 1931.eko Lizarrako Estatutuaren aurreproiektua garatu zenean; Errioxako agintariek, enpresariek, eliza eta, orokorrean, herritar gehienek bere atxikimendua adierazi zuten Errioxa Euskal Estatuaren barne egoteari. Hala ere, Errioxan mendeetan zehar euskaraz ez berba egiteak, eta euskaldunon historian Errioxak izan zuen garrantzia haundiaz garai horretako agintari eta politikoek ez jakiteak, Errioxa euskal lurralde bezala ez kontsideratzea ekarri zuten. Euskal Estatuaren barne egoteko euskaldun bezala kontsideratzen ez ziren lurraldeei baldintza gaindiezinak ezarri zirenez, errioxar agintariek, azkenean, Euskal Estatuaren barne egoteko nahia atzean utzi zuten. Erregimen frankistaren ondoren, Espainiaren demokraziaranzko trantsizioaren hasieran, abertzaleak ez ziren sektore batzuek, Euskadi, Nafarroa eta Errioxa entitate autonomo bakar batean bateratzeko apustua egin zuten, hala ere, ekimen honek ez zuen aurrera egin.
Erdi Aroko garaietara itzuliz, 923.ean Antso Gartzeitz I.ak, Leongo Ordoño II.arekin lankidetzan, musulmanen menpean zeuden Naiara, Errioxa Garaia eta Errioxaren Erdialdea berreskuratzen ditu, zeintzuek bere semea Gartzea Antsoitzen eskuetan uzten dituen. Abd al Rahmanek 924.ean Iruñea suntsitu zuen eta, urte bat geroago, Antso Gartzeitz I.a hil egiten da, orduan, Gartzea Antsoitzek, Iruñea utziz, bere bizilekua Naiarara aldatuko zuen. Ordutik aurrera Iruñea-Naiarako erregea bezala izendatuko zen.
Gartzea Antsoitzek lurralde berrien birpopulaketarako politika eraginkorrak garatu zituen. Dirutza handia emanez, errioxar monastegiak lagunduko zituen, bereziki Donemiliaga Kukulakoa. Lehengoko urteetan, bere ondorengoak, Antso Gartzeitz II.ak, politika berberak mantenduko ditu; baina Almantzorren kanpainek, bere semea Gartzea Antsoitz II.a Dardaratiari gertatu zitzaion bezala, kapitulazioak sinatzera eta Kordobari zergak ordaintzera behartuko zuten.
Antso III.a Nagusiarekin (1004-1035) Iruñea-Naiarako Erresumak, Kordobako Kaliferriaren zatiketaz baliatuz, bere hedadura handienera heltzen da, penintsulako ipar herenean zabalduz, Kataluniatik Galiziaraino, Mediterraneotik Atlantikoraino.
Artikuluari erantsitako mapa: “Europar mendebaldea 1034.ean, Iruñea-Naiarako Antso Nagusia erregearen goren unean”.
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Una ciudad de La Rioja será llamada a ostentar la capitalidad de los vascos a partir del siglo X, su nombre Naiara (nay-ára) o en español Nájera.
Las tierras de La Rioja, ya desde épocas prerromanas, estuvieron habitadas por las tribus vascas de autrigones y vascones, así como por berones, tribu celta que fue cuasi-exterminada por los romanos cuando la zona fue conquistada por su ejército. Un exterminio en el que también colaboraron los antiguos vascos, enemigos seculares de los celtas, a los que siempre consideraron como invasores.
Sobre el origen étnico de los berones hay mucha controversia entre los historiadores. Algunos creen que era una tribu celta, otros que era una tribu vasca muy celtizada culturalmente. Algunos partidarios de esta última teoría se basan en el hecho de la etimología de su nombre, berones, que procedería, según algunos, del hidrónimo vasco Bero ("cálido"), que era uno de los antiguos nombres del río Iregua de La Rioja. Este hidrónimo es transcrito también como Ibero, manifestándose en el anterior hidrónimo, posiblemente, la caída de la "i" inicial (Ibero > Bero), algo común en la adaptación fonética latina de topónimos y etnónimos vascos (Ibaigorri [río rojo] > bigerrii [etnia aquitana que habitaba Bigorra] ). El río Iregua es afluente del Ebro, con lo que Ibero, o Bero, podría ser una variante del nombre del río que los geógrafos greco-latinos llamaron Iber (a su vez emparentado con la palabra vasca ibar [vega] ) o Hiberus, es decir, el río Ebro. Como los berones se extendían a ambos lados del río Ebro en La Rioja, quizá la etimología de su etnónimo esté relacionada con el río Ebro o simplemente con la palabra vasca ibar.
Tras la derrota de los berones por parte de Roma, la población de La Rioja fue reforzada con vascones y sus territorios estuvieron bajo jurisdicción vascona. A partir de esta época los riojanos formarán parte de la cultura vasca, del pueblo vasco, siendo uno de sus territorios más importantes.
Uno de los investigadores que más aportó para el conocimiento del pasado cultural vasco de La Rioja fue un riojano llamado Merino Urrutia, alcalde del municipio de Ojacastro (La Rioja), cuyos estudios son de valor incalculable para todo aquel que estudia la historia de la lengua vasca. Gracias a sus estudios conocemos que la lengua vasca no llegó a La Rioja por repoblación en la Edad Media sino que ya se hablaba allí desde épocas prerromanas con continuidad hasta el siglo XVI. Es decir, que los repobladores que llegaron desde las actuales Euskadi y Navarra lo único que hicieron fue reforzar la población de habla vasca de la zona. Las investigaciones de Merino Urrutia le dieron un merecido puesto como miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca en 1964.
Por la toponimia existente en documentación medieval sabemos que tanto en La Rioja, el noreste de Burgos, Soria, Álava y Vizcaya, se hablaba un mismo dialecto, el dialecto occidental del euskara, conocido popularmente con el nombre de vizcaíno. En estos documentos aparecen muchos topónimos vascos de La Rioja, de la provincia de Burgos y de Soria, tal y como los pronunciaban los riojanos, burgaleses y sorianos de aquellas épocas, que hoy en día no sabemos muchos de ellos a qué municipios corresponden, al haber sido sustituidos en su gran mayoría, con el transcurso del tiempo, por topónimos castellanos.
La anexión de los territorios de La Rioja por parte de Castilla en el siglo XII acarreará la pérdida paulatina de la lengua autóctona, la vasca, así como del romance aragonés extendido en todos los territorios que pertenecieron a la marca superior andalusí gobernada desde Zaragoza, hasta que en el siglo XVI pierda definitivamente sus raíces vascas. A medida que el castellano se iba extendiendo, los topónimos de La Rioja, Burgos y Soria de origen vasco se iban sustituyendo por topónimos castellanos.
Solamente se conserva actualmente la toponimia vasca más vivamente en zonas del noreste de Burgos o de La Rioja alta que hasta el siglo XVI fueron hablantes de vasco. Aunque, contra viento y marea, todavía se conservan topónimos vascos en el este de La Rioja como el del municipio de Igea, que viene del vasco Etxea (la casa) o, por ejemplo, el topónimo Leza, que significa en dialecto occidental sima, cueva.
Si bien actualmente a La Rioja en vasco se la denomina Errioxa, que no es más que una adaptación fonética vasca de la forma castellana, en una cita del libro becerro de Santo Domingo se registra la existencia de un rincón de Villalobar conocido como Val de Oiaco Harana en 1380. Significando harana en castellano "valle", la traducción de Oiaco Harana al castellano sería Valle del Oja. Oiaco Harana posiblemente sería la forma con la que denominaban los antiguos riojanos a La Rioja, dado que este último topónimo romance fue utilizado inicialmente para hacer referencia a los pueblos bañados por el río Oja (procedente muy posiblemente del término vasco Oiha con el significado de "lecho, cauce del río", escrito de esta forma es documentado en un texto medieval), una comarca que recibió también la denominación de Valle del Oja.
Aunque a partir del siglo XVI se dejó de hablar vasco en La Rioja, no por ello los riojanos dejaron de ser considerados como vascos. En mapas de España de los siglos XVII y XVIII se muestra a La Rioja integrada dentro de lo que se conocía como Vizcaya [www.kondaira.net/irudiak/
Cuando se desarrolló el anteproyecto de Estatuto de Estella de 1931 para establecer un Estado Vasco dentro de la República Española integrado por Álava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya; las autoridades, empresarios, iglesia y ciudadanía de La Rioja, en general, mostraron mayoritariamente su apoyo a la adhesión de La Rioja al Estado Vasco. Sin embargo, el que ya no se hablara euskera desde hacía siglos, y el desconocimiento, por parte de los políticos y autoridades vascas de la época, de la trascendencia histórica de La Rioja en la historia de los vascos, acarrearon el que fuera considerada como una provincia no vasca. Al establecerse condiciones insalvables para la adhesión a todo territorio no considerado como vasco, las autoridades riojanas, finalmente, desistieron en su intento de formar parte del Estado Vasco. Después del régimen franquista, en los comienzos de la transición hacia la democracia en España, desde diversos sectores no nacionalistas, se intentó impulsar la unión de las actuales Euskadi, Navarra y La Rioja en una única entidad autónoma, una iniciativa que tampoco prosperó.
Volviendo a la época medieval riojana, en el año 923, el rey pamplonés Sancho Garcés I, en colaboración con Ordoño II de León, recupera los territorios bajo gobierno musulmán de Nájera y La Rioja Media y Alta, que deja bajo dominio de su hijo García Sánchez. Tras la destrucción de Pamplona por Abd al Rahman en el 924 y la muerte de su padre al año siguiente, García Sánchez traslada su residencia a Nájera, en detrimento de Pamplona. Se denomina desde entonces "Iruñea-Naiarako Erregea" (irúñe-á étá nay-árakó errégueá) o Rey de Pamplona-Nájera.
García Sánchez desarrolló una activa política de repoblación de los nuevos territorios y favoreció con cuantiosas donaciones a los monasterios riojanos, especialmente a Donemiliaga Kukula (San Millán de la Cogolla). La misma política mantendrá durante los primeros años Sancho Garcés II; pero las campañas de Almanzor le obligarán, al igual que a su hijo García Sánchez II el Temblón, a firmar capitulaciones y pagar tributos a Córdoba.
Con Sancho III el Mayor (1004-1035) el Reino de Pamplona-Nájera, aprovechando la desmembración del Califato de Córdoba, alcanza su mayor extensión, abarcando todo el tercio norte peninsular, desde Cataluña a Galicia, desde el Mediterráneo al Atlántico.
Mapa anexo al artículo: “El occidente europeo en 1034, en el apogeo del reinado de Sancho el Mayor de Pamplona-Nájera”
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Errioxaren euskal iragana.
X. mendetik aurrera Errioxako hiri bat euskaldunen hiriburu bihurtuko zen, bere izena Naiara.
Errioxako lurraldeetan, zegoeneko erromatarrak etorri aurreko garaietatik, euskal tribuak ziren autrigoiak eta baskoiak, halaber beroiak bizi ziren. Eremuaren konkistan erromatar gudarosteek beroien tribu zelta ia guztiz sarraskitu zuten. Sarraski honetan antzinako euskaldunak parte hartu zuten, zelten betiko etsaiak, hauek betidanik inbaditzailetzat hartu baitzituzten.
Beroien jatorri etnikoari buruz eztabaida haundia dago historialarien artean. Batzuek tribu zelta zela uste dute, beste batzuek, berriz, kulturalki asko zeltizaturiko euskal tribua zela. Azken teoria honen aldeko batzuek beroien izenaren etimologian oinarritzen dira, hauen arabera, beroien izena Bero euskal hidronimotik etorriko zen, Errioxako Iregua ibaiaren antzinako izenetariko bat zena. Hidronimo hau Ibero bezala ere idatzita agertzen denez, aurreko hidronimoan, beharbada, hasierako "i"-aren erorketa ematen da (Ibero>Bero), euskal toponimo eta etnonimoen egokitzapenetan ohikoa dena (Ibaigorri > bigerrii [Bigorran finkatutako akitaniar etnia] ). Iregua ibaiak Ebro ibaian isurtzen duenez, Ibero, edo Bero, agian, geografo grekoerromatarrek Iber edo Hiberus bezala (Ebro ibaia) deitu zuten ibaiaren izenaren aldaera bat izan litzateke. Beroiak Ebroko alde bietan finkaturik zeudenez, beharbada, beren etnonimoaren etimologia Ebro ibaiarekin erlazionatua egon litzateke, edo baita ibar euskal hitzarekin ere, Iber hidronimo aurrerromatarraren etimologia euskal berba honekin erlazionatzen baita.
Beroiak garaitu eta gero, Errioxako populazioa baskoiez sendotu zen eta beren lurraldeak baskoi eskumenaren barnean egon ziren. Garai honetatik aurrera, errioxarrak euskal kulturaren barne egongo ziren, euskal populuaren barne, bere lurraldeetatik garrantzitsuenetarikoa izanez.
Errioxako iragan kultural euskalduna ezagutzeko gehien egin zuena Merino Urrutia errioxarra izan zen, Oiakastroko (Errioxa) alkatea, zeinaren ikerketak balio haundikoak diren euskal hizkuntzaren historia ikasten dutenentzat. Bere ikerketei esker euskara Errioxara ez zela heldu Erdi Aroko birpopulatzearen bitartez dakigu, baizik eta bertan, zegoeneko, garai aurrerromatarretatik, eta jarraitasunez, XVI. mendera arte hitz egin zela. Hau da, egungo Euskadi eta Nafarroako birpopulatzaileek bakarrik bertan zegoen euskal populazioa sendotu zutela. Merino Urrutiaren ikerketek Euskaltzaindian merezitako postu bat eman zion 1964.ean.
Erdi Aroko dokumentuetan aurkitu den toponimiaren bitartez Errioxa, Burgosko ipar-ekialdea, Soria, Araba eta Bizkaian dialekto bera hitz egiten zela dakigu, mendebaldeko euskara, hain zuzen, bizkaiera izenarekin gehiago ezagutzen dena. Dokumentu hauetan euskal jatorriko Errioxako, Burgosko probintziako eta Soriako toponimo asko agertzen dira, garai haietako errioxar, burgostar eta soriarrek ahoskatzen zituzten bezala. Gaur egun haietariko asko ez dakigu zein udalerri deitzeko erabiltzen ziren, toponimo gehienak, denbora aurrera joan ahala, gaztelar toponimoekin ordezkatuak izan baitziren.
Gaztelak, XII. mendean Errioxa anexionatzean, apurka-apurka, bertako hizkuntza zen euskararen galera ekarriko du, eta baita Zaragozatik gobernaturiko andalustar goiko markaren barnean zeuden lurralde guztietan hitz egindako aragoiar erromantzearena ere, XVI. mendean Errioxak bere euskal sustraiak galdu zituenera arte. Gaztelania zabaltzen zihoan heinean, Errioxa, Burgos eta Soriako euskal jatorriko toponimoak gaztelar toponimoekin ordezkatzen ziren. Euskal toponimia indar gehiagoz bakarrik Burgosko ipar-ekialdean eta Errioxa garaian kontserbatzen dira, XVI. mendera arte euskeraz hitz egin zelako. Hala ere, oztopoak oztopo, euskal toponimoak Errioxako ekialdean kontserbatzen dira Igea bezala, euskal Etxea toponimotik datorrena edo, adibidez, Leza toponimoa, batueraz leize esaten dena.
Errioxa toponimoa ez da euskal jatorrikoa, Rioja ("Oja ibaia"-ren esanahiduna) hitz gaztelarraren egokitzapen fonetiko bat baizik. "Becerro de Santo Domingo" liburuan Val de Oiaco Harana izeneko Villalobar-eko txoko baten existentzia erregistratzen da 1380.ean. Oiako Harana izanik, beharbada, Errioxa deitzeko antzinako errioxarrek erabiltzen zuten forma, hasieran, Rioja termino erromantzea Oja (litekeena oiha euskal hitzetik etortzea da, ohe edo ibaiaren ibilguaren esanahiarekin, oiha idatzirik Erdi Aroko testu batean agertzen baita) ibaiaren ondoan eraikiak zeuden herrien multzoa izendatzeko erabili baitzen, eskualde honek Valle del Oja (Ojako Harana) izena ere hartu zuelarik.
Nahiz eta XVI. mendean Errioxan euskaraz hitz egiteari utzi, errioxarrak euskaldunak bezala kontsideratuak izaten jarraitu zuten. XVII eta XVIII. mendeko Espainiako mapetan Errioxa Bizkaia bezala ezagutzen zenaren barnean agertzen da [www.kondaira.net/irudiak/
Espainiar Errepublika barnean, Araba, Bizkaia, Gipuzkoa eta Nafarroaz osaturiko Euskal Estatu bat ezartzeko, 1931.eko Lizarrako Estatutuaren aurreproiektua garatu zenean; Errioxako agintariek, enpresariek, eliza eta, orokorrean, herritar gehienek bere atxikimendua adierazi zuten Errioxa Euskal Estatuaren barne egoteari. Hala ere, Errioxan mendeetan zehar euskaraz ez berba egiteak, eta euskaldunon historian Errioxak izan zuen garrantzia haundiaz garai horretako agintari eta politikoek ez jakiteak, Errioxa euskal lurralde bezala ez kontsideratzea ekarri zuten. Euskal Estatuaren barne egoteko euskaldun bezala kontsideratzen ez ziren lurraldeei baldintza gaindiezinak ezarri zirenez, errioxar agintariek, azkenean, Euskal Estatuaren barne egoteko nahia atzean utzi zuten. Erregimen frankistaren ondoren, Espainiaren demokraziaranzko trantsizioaren hasieran, abertzaleak ez ziren sektore batzuek, Euskadi, Nafarroa eta Errioxa entitate autonomo bakar batean bateratzeko apustua egin zuten, hala ere, ekimen honek ez zuen aurrera egin.
Erdi Aroko garaietara itzuliz, 923.ean Antso Gartzeitz I.ak, Leongo Ordoño II.arekin lankidetzan, musulmanen menpean zeuden Naiara, Errioxa Garaia eta Errioxaren Erdialdea berreskuratzen ditu, zeintzuek bere semea Gartzea Antsoitzen eskuetan uzten dituen. Abd al Rahmanek 924.ean Iruñea suntsitu zuen eta, urte bat geroago, Antso Gartzeitz I.a hil egiten da, orduan, Gartzea Antsoitzek, Iruñea utziz, bere bizilekua Naiarara aldatuko zuen. Ordutik aurrera Iruñea-Naiarako erregea bezala izendatuko zen.
Gartzea Antsoitzek lurralde berrien birpopulaketarako politika eraginkorrak garatu zituen. Dirutza handia emanez, errioxar monastegiak lagunduko zituen, bereziki Donemiliaga Kukulakoa. Lehengoko urteetan, bere ondorengoak, Antso Gartzeitz II.ak, politika berberak mantenduko ditu; baina Almantzorren kanpainek, bere semea Gartzea Antsoitz II.a Dardaratiari gertatu zitzaion bezala, kapitulazioak sinatzera eta Kordobari zergak ordaintzera behartuko zuten.
Antso III.a Nagusiarekin (1004-1035) Iruñea-Naiarako Erresumak, Kordobako Kaliferriaren zatiketaz baliatuz, bere hedadura handienera heltzen da, penintsulako ipar herenean zabalduz, Kataluniatik Galiziaraino, Mediterraneotik Atlantikoraino.
Artikuluari erantsitako mapa: “Europar mendebaldea 1034.ean, Iruñea-Naiarako Antso Nagusia erregearen goren unean”.
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